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Director
General de OIT, Guy Ryder, hizo un llamado a redoblar los esfuerzos y a
centrarse en la acción y los resultados. En la clausura participó el ex
Presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva.
Brasilia (Noticias de la OIT) -
El Director General de la OIT, Guy Ryder, pidió a los delegados a la
III Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil en Brasilia transformar
los acuerdos de este encuentro en medidas concretas, urgentes y
sostenibles.
"Hemos puesto en evidencia el vínculo
entre la lucha contra el trabajo infantil y la necesidad de avanzar en
la agenda de Trabajo Decente, la aplicación de los principios y derechos
fundamentales en el trabajo, dar prioridad a la creación de empleo, en
particular para los jóvenes, ampliar las medidas de protección social y
fortalecer los sistemas jurídicos y judiciales del Estado. Lo que
necesitamos ahora es traducir todo esto en medidas urgentes", dijo Ryder
durante la sesión de clausura de la Conferencia.
El Director de la OIT dijo que los
debates mostraron una mayor comprensión de lo que hay que hacer para
eliminar el trabajo infantil de manera sostenible, y no sólo por parte
de los gobiernos.
También otros actores - trabajadores y
empleadores, las organizaciones internacionales, empresas y la sociedad
civil – demostrando su capacidad para participar en la lucha contra el
trabajo infantil. (Véase la "Declaración de Brasilia").
Los delegados escucharon el discurso del ex presidente Luis Inácio Lula da Silva.
El ex Presidente Lula señaló que la
comunidad internacional tiene el deber de dar a los niños trabajadores,
especialmente aquellos atrapados en las peores condiciones, la esperanza
de un futuro mejor.
"Tenemos poco más de dos años para
cumplir con la meta del 2016 de La Haya y debemos tener el coraje
político para adoptar las medidas necesarias", dijo.
Lula recordó que él mismo fue trabajador
infantil, y dijo que al asumir como Presidente no quiso que los niños
pasaran por lo mismo que le tocó.
El ex presidente Lula mencionó la
cantidad de dinero que se ha gastado en el rescate del sistema
financiero mundial y el costo de la guerra de Irak, y comentó que la
erradicación del trabajo infantil no es una cuestión a la falta de
recursos, sino más bien de voluntad política.
"La grandeza de un país se mide por su capacidad de proteger a sus hijos", concluyó.
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